La costa cántabra, salpicada por acantilados y playas de fina arena, da vida a numerosos pueblos marineros de especial encanto. Uno de ellos, Pedreña, dónde nos encontramos, ofrece al viajero un lugar de descanso y punto de partida idóneo para conocer toda esta región de parajes tan bellos como desconocidos, todo ello aderezado con una gastronomía única en calidad y sabor.
El mismo pueblo de Pedreña ofrece innumerables posibilidades de ocio, que van desde la práctica de deportes tan variados como el windsurf, la pesca, el buceo o golf, hasta la posibilidad de disfrutar de la tranquila playa o hacer kayack en el entorno de la bahía o remontando la ría de Cubas. A menos de 5 minutos otras playas más bravías hacen las delicias de quienes disfrutan de la naturaleza en estado salvaje.
El conocido parque de Cabárceno se encuentra a menos de 10 minutos en coche y la bella ciudad de Santander, a una distancia de 15 minutos en coche puede encontrarse mucho más cercana si cruzamos la bahía, que enfrenta a Pedreña cara a cara con el Palacio de la Magdalena y el Paseo de Pereda a los que se puede llegar, olvidándonos de coche, con el servicio de Lanchas, que dando un bonito paseo nos lleva al mismo centro de la ciudad en 5 minutos.
Los pueblos del interior, las villas Pasiegas, el nacimiento del Asón o las conocidas villas de Santillana del Mar, Comillas o Laredo, no distan de Pedreña más de 25 minutos la más alejada, tanto hacia el este como hacia el oeste.
El Museo Gughenheim y la ciudad de Bilbao se encuentra a 45 minutos por la Autovía.